Es importante reconocer en uno mismo que el tiempo que le dedicamos a algo no tiene por qué convertirse en experiencia.
La práctica intencionada, el tener un modelo de aprendizaje, nos permite crecer en verdadera experiencia. En eso no interviene el tiempo.
Puedo dedicarme 20 años a realizar algún tipo de tarea, y no tener una gran experiencia. Puedo dedicarme unos meses a realizar esa misma tarea, y puedo desarrollar una experiencia mayor que al que le dedicó 20 años.
¿Para qué me sirve entender esto? Para visualizar mi propia marca personal como el canal que usaré para conseguirles a otros esos resultados que yo puedo conseguir para mí al tener verdadera experiencia.
Podré darle a otros mi modelo de aprendizaje. Ese que me generó resultados, cambios... y que puedo utilizar para generar cambios y transformaciones positivas en otros.
Ese es el verdadero germen de una gran marca personal.